by María Abajo
Vivir es quizá lo más importante que tenemos que hacer en nuestra vida. Más importante que llegar puntuales a una reunión, qué intentar complacer a todo el mundo, que ser la persona que todos esperan que seas o que alcanzar esas metas que te pusiste cuando eras joven y que ya no tienen ningún sentido en tu vida, pero no vamos a entrar en esto todavía, … Para mi, vivir es crear.
¿Crear? ¿El qué? ¡Lo que nosotros queramos! Nuestra vida es un lienzo en blanco con el que podemos hacer lo que nos apetezca.
¿Quién dijo que nuestra vida debía de ser de una forma u otra? ¿A quién se le ocurrió pensar que todos deberíamos estudiar, trabajar en una gran empresa, casarse y tener hijos para ser felices? ¿Y si eso es donde creemos que está la felicidad (y puede que lo esté), pero no para todos? ¿Y si tu felicidad está en emprender? ¿En viajar? ¿En irte a vivir a otro país? ¿En vivir sola, con amigos o con 100 gatos? Plantéatelo.
Entonces pregúntate, ¿qué quiero en mi vida? ¿qué es lo que realmente me hace feliz? ¿cómo puedo crear la vida que quiero?
Antes de que empieces a indagar sobre lo más profundo de ti debo aclararte algo, esto no es cerrar y abrir los ojos y ¡chas!, por arte de magia tienes lo que quieres. No, de hecho, a veces el camino será escarbado, tendrás que sortear varios obstáculos y también toparte con cosas maravillosas. Así es el camino de la vida.
Un camino que cada día creas tu con tus pensamientos, palabras y actos. Un camino en el que llorarás, reirás, sentirás dolor, pasión, alegría, tristeza y mucha felicidad. Pero esto suena mucho mejor que vivir como un autómata sin pena ni gloria, ¿no?
Y cuando empiezas a crear, a soñar alto, a crecer, a evolucionar, porque la vida es eso, evolucionar, te das cuenta de algo, ¿Y si la vida, a parte de crear también es disfrutar? Entonces es cuando te das cuenta de que no importa a dónde quieras llegar o cuáles son tus metas, la vida no es el futuro que está por venir, la vida es el día a día, así que no pases ni un día más sin hacer esas cosas que te hacen felices, porque es la única forma de crear y disfrutar a partes iguales.